Con la luna llena

Duerme, pequeña
que te acurrucaré para que no temas.
Los fantasmas se irán a otra parte al amanecer.

Presa de mí

Es triste ver como, sin voz ni aire, sobrevive a la realidad
entre cristales rotos que se incrustan en sus pies, y ácaros, que se impregnan en la piel y albergan libremente

Así, tan sólo se siente una mota de polvo en un mundo de gigantes.

Y no, no puede con ello.

Cambio de piel

Quizás debiera sentir indiferencia
y aquí me ves
pensando ti

esculpo tu nombre en mi piel
casi tallado con amor

una pena es
que te bebieras los recuerdos
sorbo a sorbo

y no dejaras ni las gotas que caían
de tu boca
marchita de egoísmo.

Vacío

Su mirada triste
reflejada en el espejo

penetrante y llena de nada
observa cómo va quedándose sin luz

con sus lágrimas caídas en el suelo
que nadie recoge
ni nadie consuela

Seguirá siendo así

No me quieres

sencilla y llanamente eso

me convierto sin querer pequeña y menuda

inquietante y sin nada por lo que brillar

desquiciada de lado a lado

como una paranoia que me absorbe

si fuera por tus palabras

ya estaría hecha trizas

tirada en algún charco que pisoteas

sin mirar

ya no se unirán más nuestros labios

con ansia de perdernos

Y, a la vez, has hecho que esto duela menos
con tus burdos gestos


... o quizás más

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Aire

Por momentos pienso que,
si el cuerpo me lo permitiera, echaría a volar.
Sin pensarlo ni dudarlo,
saltaría de nube en nube sin mirar lo que hay abajo.
Y vivir, libre, siendo sólo prisionera del aire.