Medio humana.

Arcadas, ganas de no sentir tu estómago lleno de comida.
Vas al baño, lo intentas, pero estás tan convaleciente
que no tienes fuerzas para echar nada.
Metes tus dedos hasta lo más profundo, llegas a tocarte
la campanilla, y tus ojos recaen a llorar.
La necesidad de no sentirte llena era grande, no aguantabas
sentirte gorda.
Con los ojos lagrimosos, tus dedos han entrado ya más de una vez,
y a la tercera
obtuviste lo que querías.

Has vuelto a vomitar.


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Hoy estoy más destrozada que nunca. El sábado....maldito sábado.

Quiero....quiero no, necesito que vengas y me digas que te arrepientes de
lo que me dijiste aquella noche. Que vengas sorprendiéndome, abrir la puerta y
verte dolido porque de verdad me quieres.
Que luché realmente por algo que merecía la pena, creer que las fuerzas
que gasté no fueron en vano.
Y es que todo son sueños, que nunca se cumpliran. Y por ahora me tengo
que conformar
con soñar.

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Al igual que le pasa a otra persona a la que quiero con todo mi corazón,
tengo que fingir las 24 horas del día que no pasa nada, que estoy bien,
tener que poner una sonrisa en mi casa para que no pregunten nada.
Fingir lo que no sientes duele.
Querer a algo que sólo te hace daño, también.

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¿Soy la culpable de la decisión que tomó?
¿Me merezco quizás esto?

Son dos preguntas, de las infinitas que tengo en mi cabeza.

No soy capaz de escribir bonito, tan sólo escribo con rencor, dolor....
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Cada uno tiene sus problemas, y no quiero atormentar a nadie
con mis cosas. Por eso me callo, me lo guardo, y me lo como todo.




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Parecía que sí, pero no eres el chico del que me enamoré.
Yo no hubiese querido tanto a una persona que me menosprecia,
me mangonea, manipula, se ríe en mi cara mientras yo estoy destrozada,
me echa las culpas casi hasta de existir.

Yo quise al chico dulce, atento, el hombre que eras antes. Ahora desapareció
la persona que eras.
Pero decirte que no te quiero sería decirte la mentira más grande de mi vida.

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Mi cabeza está desubicada,
volada,
apartada del mundo real....
y a veces me dice que te voy a querer eternamente.
Y me choca, porque nunca podré ser feliz.

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¿Quién me devuelve las fuerzas que derroché?

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Unala volverá seguramente cuando vuelva a estar destrozada, porque es cuando más motivos para escribir tiene.
Os agradezco que me comenteis.